Con la confabulación de Seguridad PC, de Telefónica, que no realizó la función para la que fue concebida, y de unos sigilosos y escurridizos virus, troyanos, y otros, que, sin consideración alguna, se introdujeron en mi ordenador, resulta que, sin enterarme, he estado enviando correo no deseado a yo no sé cuantos destinatarios - al menos es lo que me comunicó Telefónica, antes de bloquear mi correo, y de que mi acceso a Internet se convirtiera en labor de Job, el del colmo de la paciencia. Eso, y otras cuestiones que también vienen a cuento, han hecho que este blog haya permanecido ocioso durante un mes. Después de todo este tiempo he recibido el visto bueno de mi servidor ADSL, y aquí estoy.
Reanudo la actividad haciendo saber, a los pocos que aún no lo supieran, que la cesión - que en su día autorizó el Ayuntamiento de Los Realejos - de Garcilen a Cementos Archipiélago, de la concesión administrativa del Centro Comercial y Aparcamientos de San Agustín, no pudo llevarse a buen fin, porque Cementos Archipiélago, una vez conocido el paño, no aceptó dicha cesión. Es más, parece ser que la apertura se demorará, hasta que la justicia proceda a la liquidación de bienes de la empresa Garcilen.
Y me pregunto yo: dado que el centro está construido en los terrenos de la antigua plaza Mencey Bencomo, ¿está embargada también la cubierta del centro (lo que sigue siendo plaza)?. Porque si no es así, ya podrían abrirla al público, ¿no?