Pasado mañana, 21 de marzo, comienza la primavera. En Canarias no es que podamos decir que sea la estación de las flores; tenemos flores todo el año. Ni que el tiempo es primaveral; ése es nuestro clima. Pero si deseas compartir un rato con los amigos y la familia, bajo los frondes de la arboleda o de una palmera canaria, junto a unos buenos braseros, agua corriente tan potable como la embotellada, unas doradas chuletas sobre la mesa y un banco rústico para apoyar bien las posaderas - sin riesgo de que una endeble silla te juegue una mala pasada - vente al Parque de la Higuerita.
¿Que no sabes dónde está? Fíjate bien en la imagen, todos estos coches te indicarán el lugar. Pero si aun así no te ubicaras, ahí va el mapa de situación.
¿Que cuando termines la jornada sientes agradecimiento al que tuvo la genial idea de poner allí esa zona recreativa? ¡Pues bien!. Que no, ¿que te decepcionó, porque los vecinos de al lado transformaron el lugar en su particular discoteca, o porque los baños estaban cerrados, o porque las palmeras están abandonadas al ataque del "picudo" sin que nadie se preocupe de salvarlas?¡Pues también!
En cualquier caso, debe saber usted que son dos los culpables. De lo primero, de la creación del parque, la responsabilidad recae en quien el 7 de junio del 79, planteó en la Comisión de Turismo y Festejos del Ayuntamiento de Los Realejos, la siguiente moción: "En la Carretera General del Norte - la C 820 de Santa Cruz a Icod - a la altura de la Higuerita, con motivo del ensanche de la misma, quedó un trozo rodeado de árboles que realizando una limpieza y colocando unas mesas rústicas, así como juegos para niños, toboganes, etc. podríamos contar con un lugar de recreo no sólo para los hijos de la Villa sino para quienes nos visitan; sería conveniente solicitar de Obras públicas la limpieza del trozo de carretera y sus inmediaciones para ver la posibilidad de llevar a cabo la instalación de este pequeño parque". Alguien propuso denominar al parque como Parque SAROGA. Por supuesto, el Ayuntamiento entendió que aquel lugar era conocido por La Higuerita, y así se quedó. No obstante, yo, que algunas veces pienso, creo que, en todo caso, debería haberse llamado SIGROGA. Y sé lo que me digo.
De lo segundo, la responsabilidad corresponde a la ausencia de normas de uso del parque, y a la dejación y desidia del Cabildo Insular que, por cesión del Ayuntamiento, es el actual gestor de dicha zona recreativa.
