Dicen que del dicho al hecho hay un gran trecho, pero, con el PP, el trecho es de años-luz.
El PP que no facilitaría el despido, que crearía puestos de trabajo, que profesionalizaría y despolitizaría la justicia, que no subiría los impuestos, que no crearía un banco malo, que no invertiría dinero público en el rescate bancario,que no aumentaría la deuda, que defendería a capa y espada las columnas fundamentales de la sociedad del bienestar ( sanidad, educación y servicios sociales ) y que no disminuiría el poder adquisitivo de las pensionistas, ha entrado en el Guinness de los Records por propio mérito. Entre lo dicho y lo hecho no hay nada que se parezca, ni por asomo. Sin embargo, para mí, lo peor es la desfachatez con la que pretende hacernos comulgar con ruedas de molino. La última, el plan para la sostenibilidad de las pensiones. 33.000.000.000 de euros de ahorro - así se llama ahora al despojo de derechos de los pensionistas - mientras que, sin aspavientos ni sonrojos, dan por perdido todo el dinero público destinado - iba a decir invertido - al saneamiento de la banca.
Pero no es la conducta perversa de un gobierno que habla de equidad mientras carga la mayor parte de los sacrificios sobre los más débiles, lo que más perplejidad me causa. Tampoco la corrupción política, ni el desapego del ciudadano del sistema de partidos y de la clase política. Lo que más me asombra es la aparente normalidad con que la sociedad española ha asumido la austeridad que se le impone. Seguimos tomando el café de media mañana, echándonos con los amigos el vasito de vino o la cervecita de la tarde, celebrando los cumpleaños de nuestros hijos, sobrinos y nietos, mientras nuestros vecinos y familiares pierden su vivienda, su empleo, su derecho a la salud o a la educación.
Tal como está la situación actual, y lo que el devenir nos depara ¿podemos guardar la esperanza de que eso no nos ocurrirá también a nosotros; que eso es algo que sólo le ocurre a otros?. Uno tras otro han ido cayendo hitos: reducción de sueldo y pagas extraordinarias a los funcionarios, subida de impuestos directos e indirectos de manera "equitatIVA", abandono de los trabajadores a su suerte, copago de medicinas, reducción de becas, tasas judiciales, proyecto de sostenibilidad de la Seguridad Social...
¿Es que no hay ninguna idea, ningún político honrado, ninguna institución que sea capaz de catalizar todo el malestar existente y dar un vuelco a la situación? Lo digo, porque una sociedad en la que una minoría , mayoritaria o no, pierda toda esperanza, lleva en su ADN los genes de su autodestrucción.
Mientras tanto otra cucharadita de ricino: Si quieres calcular cómo afectará a tu pensión el proyecto del gobierno sobre sostenibilidad de las pensioness: Lo que dice EL PAÍS