Si señor, así se hace. El pasado 28 de julio, el Sr. Presidente del Cabildo y el Sr. Alcalde, inauguraron el parque urbano de San Agustín. No hubo mucha alharaca, ni vinieron los cornetas y tambores, ni se excedieron en publicidad sobre el acto - yo, ni me enteré, y no es que esperara que me invitaran - pero el parque ya está abierto al público.
Precioso. Muchas flores, estupendos asientos - para que los que ya peinamos canas podamos tomar tranquilamente el sol - el "chingo" de agua fresquita que mana de los elegantes grifos, una amplia plaza, un paseo cómodo que, junto con algunos escalones, comunica los diferentes niveles del parque, un circuito de cascadas y estanques, y luces por todos lados: en los altos báculos, encastradas en el suelo, entre los jardines, en pomos que sobresalen apenas del nivel del suelo, unas para iluminar, las otras para crear ambiente. Como dije ya, precioso.
Con bastante aceptación entre los vecinos, es rara la tarde, en que los padres, los niños - y los que no son padres ni madres, ni niños- no pululan por todos sus rincones, disfrutando de un poco de la libertad, que el vivir en pisos nos ha quitado. Ha sido una acierto, un verdadero acierto. Pero, por Dios, conecten ya el alumbrado; pongan en marcha los motores del circuito de estanques y cascadas; no permitan que los peces y la plantas acuáticas mueran, por falta de oxígeno, entre aguas que van tomando un color sospechosamente verde; establezcan normas claras sobre uso del parque, y, una vez puestas, háganlas cumplir.
¿Tendrá esto algo que ver con tanta moderación en el acto de inauguración? ¿Por qué razón no se esperó a tener la electricidad conectada?¿Por qué se abrió al público el parque, si no se habían hecho públicas las normas de uso? ¿Por qué, si no se disponía de alguien que las hiciera cumplir? ¿No creen que si se hubiera esperado a tener esto, el acierto, además de verdadero, hubiera sido completo?
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