En la tarde del día 16 de noviembre, caía sobre el Norte de la isla un verdadero diluvio, especialmente en la zona de medianías de Los Realejos, en las que se llegó a alcanzar los 190 litros/m2. Como consecuencia de ello - y de la negligencia de vecinos y autoridades en mantener expedito el cauce de los barrancos - la barranquera inundó viviendas, industrias, carreteras y calles; rebasó y destruyó puentes; y arrastró consigo carreteras, puentes, animales, huertas, coches... y todo lo que encontró a su paso. Sólo la fortuna evitó que hubieran desgracias personales.
Ya estamos de nuevo en otoño, y empiezan a caer las primeras lluvias. Los vecinos de a pie nos preguntamos - y preguntamos a nuestras autoridades - qué se ha hecho para evitar que aquello vuelva a suceder. Y en lo que a nuestro barrio se refiere, la respuesta es desoladora. En ese tiempo, once meses, el Consejo Insular de Aguas sólo ha tenido tiempo de aprobar y dotar de financiación - 300.000 euros - el proyecto de abrir paso al barranco de Palo Blanco, por el barrio de La Carrera. Obra, en la que, según el Sr. Consejero, el Ayuntamiento "no tendrá que poner ni un euro". Me temo que ni esta circunstancia, ni la documentación del proyecto, ni el dinero para financiarlo, nos van a servir de algo, en este otoño-invierno, si vuelve a llover como lo hizo en aquellos días.
Mientras que, a un mes del aniversario de aquella fatídica fecha, unos y otros se acusan de abandonos e incumplimientos, a los vecinos de El Mocán, La Romántica, Las Llanadas, Palo Blanco, La Carrera, Los Barros, etc., no les queda otra cosa, que echar pestes a diestro y siniestro, y pedir al cielo su benevolencia. ¡Qué buenos vasallos , si tuvieran ... !
No hay comentarios:
Publicar un comentario