¿Compromisos para no cumplir?

sábado, 19 de noviembre de 2011

Embellecimiento de la rotonda del Castillo.


Mejorar el aspecto de los accesos a un municipio es, en cualquier lugar, algo bueno. Más aún, en una región como Canarias, en la que su principal fuente de riqueza es el turismo. Gastar dinero en unas mejoras que, posiblemente, no perduren más allá de este próximo invierno, es un despilfarro. Y la mejora estética de las rotondas de Alteza y El Castillo, que el proyecto paisajístico emprendido por el Ayuntamiento de Los Realejos ha llevado o pretende llevar a cabo en el acceso al casco por Los Barros, podría convertir en despilfarro lo que pudiera ser algo bueno.
Los vecinos que transitamos estas rotondas sabemos qué ocurre con ellas y sus jardines, cuando el agua de la lluvia baja, en atropellado torrente, por el Callejón de Los Cuartos. Y me temo, que la belleza estética que las adorne no sea obstáculo suficiente para evitar que, al igual que otros inviernos, rotonda y jardines se conviertan en un paisajístico lodazal.
Me parece muy bien que se cuide una estética - perdurable y no ocasional- de los accesos a Los Realejos. Me parece más importante que se atienda a asegurar su viabilidad en caso de lluvia intensa. Y creo que la obra realizada - que soslaya la ausencia de drenaje del Callejón de Los Cuartos - no asegura lo uno ni lo otro.

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