¿Compromisos para no cumplir?

domingo, 4 de diciembre de 2011



30 años desde el inicio del local social de La Carrera.

El 30 de octubre de 1978, el Gobierno Civil daba el visto bueno a la creación de la Asociación de Vecinos Cañaveral, siendo primer presidente Vicente López Padilla. En el papeleo previo, hay que destacar la labor de Paco, el marido de Elena - que ya había contribuido a la constitución de la Asociación de Vecinos de la Montaña - y que puso a nuestra disposición el borrador de estatuto en que se inspiró el primero - no el actual(que es más reciente) - de la nuestra. En la Asamblea Fundacional, a propuesta de Eloísa, se acordó darle este nombre, Cañaveral, por las cañaveras existentes en la zona, que los agricultores del barrio utilizaban en para levantar tomates y habichuelas, y que en las casas se usaba para el cierre de los gallineros.

El siguiente presidente fue Isidro Hernández, en cuyo mandato, con el apoyo entusiasta de los vecinos, se terminó el paseo peatonal iniciado por el primer presidente, que enlazaba la Carretera General C 820, la actual TF 335, con la Calle Ruiz Andión, se hizo un puente junto a la General, que comunicaba ambos márgenes de barranco, y se sentaron las bases para la construcción de nuestro local social, con la adquisición del solar donde se actualmente levanta.

El local social se construyó y puso en marcha, gracias a la colaboración unánime de hombres y mujeres del barrio, siendo presidente Francisco González (Paco el del Jardín). La ceremonia de colocación de la primera piedra tuvo lugar el 13 de diciembre de 1981 y desde esa fecha se vienen celebrando las semanas culturales conmemorativas. Así que, la próxima semana, habrán transcurrido 30 años, desde la colocación de la primera piedra de nuestra actual sede. Desde aquí, mi recuerdo para los emigrantes en Venezuela, la Octava Isla, y a Eugenio y Enrique Báez, ambos fallecidos, que, en una y otra orilla, contribuyeron de manera significativa a que ello fuera posible.

He nombrado los presidentes que tuvieron algo que ver con la construcción de la actual sede de la Asociación. Sin embargo, sería totalmente injusto no recordar, en estas fechas, la labor y sacrificio de las directivas que les sucedieron, especialmente, de las que afrontaron su mandato en momentos en que la supervivencia de la Asociación estuvo en serio peligro.

Habría muchas otras personas a destacar, pero como todos sabemos quienes son, y la entrega, dedicación, esfuerzo - y pesetas - que pusieron en esta obra, pues... sobran las citas. Un sentido recuerdo, eso sí, para aquellos que, ya fallecidos, desde las directivas o como simples vecinos, contribuyeron a plasmar en realidad lo que, por mucho tiempo, había sido sólo una ilusión compartida.

Gracias a todos y Felicidades.

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